Nuestros consejos para empezar a practicar
La experiencia sexual abarca todos los sentidos, dalo por sentado! Por lo tanto, el oído es también un camino a explorar, señoras… por medio de su voz y sus palabras traviesas. ¿Has dominado el arte de las letras atrevidas? Esto no es común; de hecho, muchos son reacios a adoptar esta práctica. Para que conozcas el discurso más gringo, ¡aquí tienes nuestros inteligentes consejos!
Elija un socio de confianza.
Ceder a palabras atrevidas requiere una fuerte dosis de coraje si eres tímido. Sin embargo, si te dejas llevar por tu amante o por un compañero de confianza, tu sensación de vulnerabilidad disminuirá significativamente.
Habla en las sombras.
Ser crudo y sexy mientras alguien te mira a los ojos, a la luz. ¿Crees que es imposible? Así que, al menos las primeras veces, baje las luces antes de empezar. O bien, puede comenzar con una conversación telefónica conmovedora. Ganarás confianza tomando estos pasos, y tu novio también tendrá tiempo para acostumbrarse a tu nueva audacia traviesa!
Utilice un vocabulario personalizado.
Puesto que hay tantos estilos en erótico como amantes hay, asegúrese de encontrar el tono que se adapte a usted. Si no estás inclinado hacia el lenguaje crudo (“Me gustaría[insertar el verbo sexy aquí]”), o si las palabras groseras te desaniman, entonces tal vez podrías preguntarle a tu hombre qué prefiere… ¡abundan!
Escucha también.
La sexualidad es sobre todo una cuestión de compartir; la regla también se aplica aquí. Trate de concentrarse en las señales que su pareja le está dando. Por ejemplo, si su reacción a sus atrevidas propuestas es positiva, no dude en volver a ofender. Luego, asocia el gesto a la palabra, concretando tus promesas de placer… ¡sin olvidarte de hacerte desear! Y por último, como el intercambio es aquí en buen tono, sin duda su amante también querrá susurrar unas palabras por su cuenta…
¡Perseveren!
En las primeras etapas, usted puede pensar que esta práctica no es para usted. Sus mejillas probablemente se prenderán fuego, su pareja se reirá tiernamente. Pero con unos pocos ensayos, tal vez usted obtendrá un sabor (por no hablar de su hombre…) Y si no, por lo menos usted habrá intentado!