Sensuales, sinceros, apasionados… Todos recordamos aquellos inicios de relaciones marcados por besos lánguidos en cualquier momento del día, como un regreso a la adolescencia. Con el tiempo, las muestras de afecto cambian y los besos se convierten en un aspecto secundario de la vida de muchas parejas. Estos son algunos de los beneficios de los besos que te harán querer compartirlos con tu pareja.
Besos: armas formidables contra el estrés y la depresión.
El contacto lascivo de sus labios contra los de su pareja causa una liberación de oxitocina y endorfina, también secretada durante el orgasmo, en su cerebro. Estas hormonas proporcionan una sensación de bienestar y ayudan a relajarse y motivar.
Besos: excelentes estimuladores de la libido.
Al crear una fusión entre los dos cuerpos, los besos causan un aumento en la excitación y el deseo carnal. De hecho, los labios son una zona erógena que no debe descuidarse durante los juegos preliminares. Así que tómese el tiempo para besar tiernamente la boca, pero también el torso, el estómago, la espalda, el sexo y todas las otras áreas sensibles del cuerpo del otro para hacer que el placer suba durante sus retozos.
Besos: Demostraciones de afecto para mantener a tu pareja unida.
¿Qué podría ser mejor que besos frecuentes para acercar su relación? Si bien animan la pasión de los primeros tiempos, estos, a través de la liberación de oxitocina, permitirá el apego a largo plazo entre las parejas. Además, los científicos sociales han demostrado que los padres que muestran más ternura en sus vidas diarias levantarán menos la voz contra sus hijos y así evolucionarán dentro de un hogar más armonioso.
Besos: defensores del sistema inmunológico.
En una nota menos sexy, besar también significa compartir una gran cantidad de gérmenes. Sin embargo, debe mencionarse que este intercambio de bacterias permitirá a su pareja desarrollar anticuerpos similares y fortalecer sus respectivos sistemas inmunológicos.