Tómese un momento para pensarlo!

Tratamos de embellecerlas con encaje y seda, les prometemos un escote (ultra) hundido que las realzará como debe, pero ¿realmente les damos toda la importancia que se merecen en la intimidad? tetas, tetas, o cualquier otro nombre de amor que tus pechos hayan heredado, ¿cómo descubrir su potencial erótico? ¡Para ti, cuatro sugerencias traviesas!

1. Comprenderlos

¿Sabías que es posible que algunas mujeres alcancen el orgasmo simplemente estimulando los senos? Al igual que el clítoris (o pene), el pezón es un órgano eréctil, que se endurece cuando gargantas sangre durante la estimulación. Cuando la excitación es alta, la areola (un área circular de piel alrededor del pezón) se ensancha y se vuelve más pronunciada en color. Las venas dilatadoras pueden incluso aumentar el volumen total de los senos en un 20%!

2. Verlos

Instrumento de placer tanto como objeto de contemplación, el cuerpo merece ser mirado tanto como tocado. Después de todo, la estimulación sexual comienza con tu amante mirándote, ¡lleno de apetito y deseo! Pequeño ejercicio para intentar: mantenga la luz encendida durante los juegos preliminares y deje que su pareja admire sus senos. Acepta que los acaricia, que los (re)descubre, sin apartarte ni esconderte de su mirada.

3. Estimularlos

Zona erógena sensible, pero desgraciadamente demasiado descuidada (a menudo se tiende a bajar), los senos sin embargo merecen toda nuestra atención (¡y la de nuestra pareja, por supuesto!). Así que nos divertimos sazonando los preliminares explorándolos; los mimamos, variamos las temperaturas para despertar los sentidos, integramos diferentes texturas (seda, terciopelo, cuero, etc.) en nuestros juegos para sensaciones suaves… y juguetes vibrantes, ¿quién dijo que estaban reservados para los genitales?

4. Liberarlos

Ciertamente, para algunas mujeres, la lencería puede convertirse en una verdadera arma de seducción. Sin embargo, para sentirse mujer y sexy, es posible en toda simplicidad y sin fla-flas! Después de un largo día de trabajo o durante el fin de semana, nos reservamos momentos antisociales. ¿Los beneficios? Una maravillosa sensación de libertad (tanto para uno mismo como para las manos…) y la oportunidad de entrar en contacto con el propio cuerpo, sin obstáculos.

La verdad es que los senos pueden revolucionar nuestra vida sexual, ¡vamos a apreciarlos!